Estoy lesionada. Otra vez. Suelo perder mi centro y enfrentarme de golpe al suelo. Esta vez fue en una escalera... Claro, fiel al "antes muerta que sencilla", me paré inmediatamente y continué con mis planes y mi camino. Pero bastó que me detuviera y empezara a sentir las consecuencias. Desde ese día no puedo sentarme bien y menos dormir adecuadamente. Mal mal.
Esto ya es una molestia conocida. Mil veces me he doblado el pie, o he tenido accidentes ilógicos en los lugares menos adecuados. Pero no sólo estos golpes. Soy tan porfiada que debo caer muchas veces para dejar de pararme como un mono porfiado y continuar pase lo que pase... me cuesta mucho doblar mi camino... Hasta que no doy más... Quizás cuántos malos ratos me ahorraría si hiciera caso a las señales a la primera... en fin...